lunes, 24 de noviembre de 2014

Ecuador y Latinoamérica: crecimiento, gasto público y pobreza ¿un solo modelo?

Daniel Baquero y Ana Cristina Villarreal*

El gasto público ha sido un elemento de política económica fundamental en los últimos siete años para el gobierno. La influencia de este gasto dentro de la economía, por lo tanto, ha sido determinante no solamente para llevar a cabo programas sociales y de inversión, sino también para aumentar el número de empleados públicos[1], que en si representa un Estado más grande. Así el gasto total como porcentaje del PIB  fue 44,4% en 2013, cuando en 2006 esta relación era 21,2%.
La economía ecuatoriana, a su vez, creció en promedio 4,3% durante el periodo 2007-2013, tasa similar a la de los años comprendidos entre 2000 y 2006. Es decir, aunque en el gasto público en términos relativos se duplicó en los últimos siete años, la economía, en términos de crecimiento, tuvo prácticamente el mismo desempeño que entre 2000 y 2006. Los indicadores sociales mejoraron durante este periodo es innegable, pero también lo hicieron en la época previa; por lo que cabe cuestionarse, a la luz del escenario internacional complicado, si el modelo está preparado y consolidado para enfrentar los próximos años. 

Ecuador en perspectiva Latinoamericana

                Dentro del contexto regional el desempeño de la economía ecuatoriana ha sido destacado y, en general, ha sido superior al del promedio latinoamericano desde el año 2000. Después de la crisis de 1999, el país recuperó el rumbo y el crecimiento del PIB, en promedio, alcanzó 4,3% durante el periodo 2000-2006. Los efectos de la crisis fueron nefastos para el país, sin embargo el PIB real alcanzó sus niveles pre-crisis en 2001. La recuperación fue relativamente rápida[2] y la economía ecuatoriana pudo superar a otros países como Argentina, Brasil, Uruguay, Colombia y Venezuela en el nivel de crecimiento promedio entre 2000 y 2006. De hecho, en dicho lapso, la única economía que superó en crecimiento a la ecuatoriana fue la peruana (ver tabla 1).    
Por su parte el gasto público, relativo al PIB,  durante el periodo 2000-2006 tuvo un comportamiento bastante homogéneo dentro de la región. Es decir, que no existieron mayores variaciones en los niveles que presentaron los distintos países. Así, por ejemplo, en Ecuador la relación gasto/PIB en el año 2000 fue 21,2%, cifra que para 2006 no cambió. Asimismo en otros países como Colombia o Brasil tampoco existieron  cambios drásticos, manteniendo más bien una tendencia estable. Incluso otros países como Paraguay y Chile redujeron esta relación en 5,1% y 4,4%, respectivamente (tabla 1).  La única excepción en la región fue Venezuela, que bajo el gobierno de Hugo Chávez aumentó el gasto público en relación al tamaño de la economía en diez puntos porcentuales, producto de varias medidas populistas que hoy pasan factura a todo el pueblo venezolano.
                Durante los años comprendidos entre 2007 y 2013 la situación se mantuvo favorable para la Latinoamérica. Países como Paraguay y Uruguay registraron importantes tasas de crecimiento, superando su desempeño en el periodo previo en 3,6% y 4,4%, respectivamente. El resto de países, con excepción de Venezuela que redujo su crecimiento promedio en 1,2%, mantuvieron en general un desempeño similar o ligeramente superior al periodo anterior. De esta manera, Perú se colocó por encima del resto de países con una tasa promedio de 6,5%. Mientras que Ecuador, si bien se mantuvo por encima del promedio regional (3,5%) fue superado por otros países como Bolivia, Paraguay, Colombia, Argentina, Uruguay y Perú.
                Por otro lado el gasto público durante el lapso 2007-2012 (última cifra disponible) muestra que, por ejemplo, Uruguay mejoró su desempeño en crecimiento, sin que esto se traduzca en un súbito incremento del gasto con relación al PIB, ya que este último apenas lo hizo en 1,9%. Colombia, a su vez, redujo esta relación en 2,3% y su economía creció, en promedio, 0,5 puntos porcentuales más que entre 2000 y 2006. La situación para Ecuador fue distinta, ya que su tasa de crecimiento prácticamente fue la misma, y el gasto público en relación al PIB se duplicó, cifra que es únicamente superada por Bolivia.  

Tabla 1: Crecimiento Promedio y Gasto Público América Latina 2000-2013
*Es el gasto del Sector Público No Financiero (SPNF)
**Para el caso de Brasil y Perú se usa el gasto de Gobierno General
Fuente: CEPAL, Banco Mundial

¿Crecimiento inclusivo? 

                El crecimiento de la economía requiere que todos los sectores de la economía formen parte del mismo y además que la distribución de la riqueza creada sea lo más equitativa posible.  En este sentido la evolución de indicadores como el GINI o Pobreza medida por el nivel de ingreso en Ecuador durante los últimos años son referentes importantes de los efectos del crecimiento sobre la población.
Los indicadores sociales en Ecuador provistos por el Ministerio de Coordinación Social muestran que entre 2003 y 2006, el índice de Gini[3] pasó de 0,56 a 0,54. Mientras que la pobreza por ingreso entre 2003 y 2006 pasó de 49,9 a 37,6[4], lo que significó una caída de 12,3 puntos. Por otro lado entre 2007 y 2013, el GINI cayó de 0,55 a 0,49, lo que sí representa una mejoría importante en relación al periodo anterior. La pobreza por nivel ingreso, a su vez, evidencia una disminución de 11,1 puntos durante un lapso de siete años, cifra ligeramente inferior a la del periodo 2003-2006.
Por lo tanto se puede rescatar el avance en la reducción de la pobreza en ambos periodos, con una leve ventaja del lapso 2003-2006 sobre el periodo 2007-2013, sobre todo si tomamos en cuenta que el segundo tiene una mayor duración que el primero. En cuanto al nivel de desigualdad, la etapa 2007-2013, presenta mejores resultados que en los años previos, en los que la variación fue mínima.
                Si la comparación se realiza a nivel latinoamericano, las cifras provistas por la CEPAL permiten realizar una breve revisión de la región[5]. La tabla 2 muestra que entre 2002 y 2012 las personas que vivían por debajo de la línea de la pobreza en América Latina redujeron su número en poco más de quince puntos porcentuales. De acuerdo a esta metodología Ecuador se mantiene aún por encima del promedio regional pero ha cerrado la brecha que existía anteriormente y  en 2012 ésta fue de 4%.
                Durante el periodo 2007 y 2012, de acuerdo a la CEPAL, la reducción más importante en el porcentaje de personas que viven bajo la línea de la pobreza fue en Perú con una caída de 21,7%; seguida por Bolivia (17,7%), Uruguay (11,8%) y Brasil (11,6%). Bajo esta metodología Ecuador redujo el porcentaje de pobreza en 10,4% durante el mismo periodo, lo que es una disminución significativa y que si bien difiere de la cifra provista por el Ministerio de Coordinación Social, mantiene una tendencia similar.  En este sentido, la lucha contra la pobreza tiene importantes avances en los últimos años en la mayoría de países latinoamericanos.
                Finalmente, en cuanto a la distribución del ingreso la CEPAL[6]presenta en su último reporte una caída importante en toda región en el índice de Gini, con un promedio simple de una reducción anual de 1% para países como Argentina, Brasil, Perú, Uruguay y Venezuela entre 2002 y 2012. Por su parte, otros países como Ecuador, Chile y Colombia han reducido en promedio su índice de Gini en medio punto porcentual durante el mismo periodo. En términos generales han sido diez años de avances significativos para la región, aunque resta mucho por hacer. Y los resultados positivos del Ecuador no son un fenómeno aislado de lo que sucede en el resto de Latinoamérica, por el contrario son parte de un mejor panorama en toda la región.

Tabla 2: Magnitud de la pobreza (porcentaje de la población bajo la línea de la pobreza)
 
*Último año disponible 2011
*Las cifras previas al año 2002 no son estrictamente comparables, debido a cambios metodológicos
Fuente: CEPAL

¿Qué modelo prevalecerá?

La última década y media en América Latina ha sido positiva desde el punto de vista de crecimiento. Además, este ha estado acompañado de mejoras en indicadores como la reducción de la pobreza en la región. No obstante, existen países como Uruguay y Perú que han alcanzado importantes avances  sin elevar el gasto público de manera drástica; lo que no ha ocurrido en países como Ecuador o Bolivia, que aunque también registran un desempeño positivo, lo han hecho en base a un incremento significativo del gasto. Estos dos modelos puestos en marcha se pondrán a prueba frente a un panorama mundial en que las condiciones se deterioran y ya no serán las mismas que las vividas en los últimos años. Nuevamente la sostenibilidad del crecimiento será el eje de discusión no solo a nivel académico, sino también a nivel de políticas públicas.
                 


[1] De acuerdo a la Encuesta Nacional de Empleo y Desempleo (ENEMDU) a junio de 2014, un 19,68% de ocupados del sector urbano son empleados públicos.
[2] A Argentina le tomó cerca de nueve años recuperar sus niveles pre-crisis después de 2001.
[3] Mientras el valor se acerca a 0, la distribución del ingreso es más equitativa.
[4] Se excluyen del análisis los años 2000, 2001 y 2002, para que las cifras puedan ser comparables. Además, la pobreza por ingreso cae casi diez puntos en tan solo dos años, y esto podría deberse al efecto inmediato de la recuperación después de la crisis, lo que podría afectar un análisis posterior.
[5] Las cifras provistas por la CEPAL mantienen diferencias con las del Ministerio de Coordinación Social, debido a las diversas metodologías usadas para calcularlas. Por lo tanto, no son comparables.
[6] Ver “Panorama Social 2013”pg.17.

*Este artículo fue publicado originalmente en Carta Económica de Octubre de 2014