Los países
exportadores de petróleo esperan que 2017 sea un mejor año para el precio del
crudo. En este sentido, el recorte de producción acordado por la Organización
de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en noviembre pasado, y que entró en
vigencia en enero de este año, es el primer esfuerzo palpable para recuperar los
precios. Sin embargo, hasta ahora el recorte se muestra insuficiente para
incrementar el precio a un nivel que permita equilibrar las finanzas públicas
en varios de los países exportadores. Este artículo discute algunas de las
razones por la cuales la posibilidad de un incremento significativo en los precios
del petróleo es casi nula.
La relación entre precio y producción
Las variaciones en el precio del
petróleo antes respondían, casi en su totalidad, a decisiones tomadas por la OPEP.
Cualquier recorte en la producción de los países miembros, liderados por Arabia
Saudita, tenía un efecto significativo sobre el precio, especialmente durante
la década de los 70. La dinámica cambió en los 80, cuando las decisiones que
influyeron positivamente en los precios durante la década anterior, no tuvieron el mismo
efecto. Así, por ejemplo, los recortes por parte de Arabia Saudita
en la primera mitad de la década, que buscaron sostener los altos precios
iniciados por la Revolución Iraní y el comienzo de la Guerra entre Irak e Irán,
fueron infructuosos. Esto llevó a Arabia Saudita, dispuesta a recuperar
mercado, a incrementar su producción en la segunda mitad de la década,
provocando un descenso significativo en los precios (Gráfico 1). Generalmente,
los recortes fueron cumplidos únicamente por Arabia Saudita, pero no por los
demás países de la OPEP. Durante los 90, a pesar del inicio turbulento que
significó la invasión de Irak a Kuwait y la posterior participación de Estados
Unidos en la Guerra del Golfo, la situación fue relativamente estable. Y,
aunque existió una respuesta positiva de los precios, esta no se sostuvo. Durante
los 2000, la situación cambió radicalmente. Los precios empezaron a crecer
sistemáticamente desde 2003, pero la producción de la OPEP se mantuvo sin
mayores cambios. Es decir, existieron otros factores que estaban detrás del
incremento y no tenían que ver con el rol que podía ejercer este cartel.
Gráfico 1: Producción OPEP vs. Precio petróleo
Fuente: EIA,
Energy Review 2016
El mercado actual
El vertiginoso crecimiento de las
economías emergentes, especialmente de China, y su alta demanda por commodities
es uno de los factores más importantes detrás del aumento en los precios del
petróleo que se inició en 2003. (Hamilton 2011; Baumeister & Kilian, 2016)[1].
Los precios del crudo WTI alcanzaron un pico de $140 por barril durante el auge
de la crisis financiera internacional en 2008, para luego estabilizarse por
encima, en promedio, de los $95 por barril entre 2010 y 2014. Los altos precios
tuvieron dos efectos en países productores. Por un lado, los países exportadores
tuvieron un influjo sostenido de ingresos extraordinarios por varios años
consecutivos[2],
algo que ni siquiera se observó en la década de los 70, cuando el precio fue más
variable. Por otro, varios países que no necesariamente eran grandes
exportadores registraron un aumento en su producción gracias al desarrollo de
nuevas tecnologías, como el fracking, que se tornaron viables y rentables
gracias a los altos precios. De esta manera, la producción en países que no
pertenecen a la OPEP se incrementó significativamente.
El caso más importante de aumento
en la producción fue Estados Unidos. Este país, que prohibió las exportaciones
de petróleo en 1975 y las volvió a permitir en 2016, incrementó su nivel
producción desde 6,1 millones de barriles diarios en 1999, su punto más bajo
desde la década de los 70, a cerca de 11 millones diarios en 2015. A partir de
2011, como se observa en el Gráfico 2, la producción petrolera mensual de
Estados Unidos mostró una tendencia ascendente. De hecho, entre enero de 2012 y
enero de 2015 la producción mensual creció a una tasa promedio anual de 15,8%.
Las importaciones de crudo estadounidenses, por su parte, cayeron en promedio
6,2%, durante el mismo periodo. Los precios altos permitieron extraer en campos
que no eran rentables por su alto costo de explotación. El aumento en la producción
desembocó en una sobreoferta que, junto a otros factores como las bajas tasas
de crecimiento en los países desarrollados y la desaceleración en China, afectó
negativamente los precios del crudo desde finales de 2014.
A partir de 2015 la producción
empezó a desacelerarse e incluso cayó a lo largo de 2016. El precio del
petróleo, sin embargo, siguió su descenso y bajó hasta un nivel promedio de $43
por barril el año pasado. Es decir, no existió una recuperación en el precio a
pesar de que Estados Unidos incrementó sus importaciones y redujo su
producción, y registró el cierre de varios campos que ya no eran rentables
con el nuevo nivel de precios (Gráfico 2).
Gráfico 2: Producción de crudo vs Importaciones de crudo en Estados
Unidos, 2003-2017
Fuente: EIA
El acuerdo de la OPEP de
noviembre pasado, en el que se anunció un recorte conjunto de 1,1 millones de
barriles diarios, sí tuvo un impacto en el precio y el barril del crudo
referencial WTI pasó de $46 a $53,5, entre los cierres de noviembre y marzo. Este
incremento no es suficiente para llegar al umbral de los $60, a partir del cual
varios pozos en Estados Unidos vuelven a ser rentables, ni para aliviar de
manera significativa las cuentas fiscales de varios países exportadores que, en
su mayoría, necesitan precios superiores a los $70 por barril para equilibrar
sus presupuestos[3]. Si
bien la desaceleración de China también ha presionado a la baja al precio del
petróleo (el Gráfico 3 muestra la relación entre ambas variables, con un rezago
de un año para el crecimiento chino), el mayor efecto parece estar provocado
por el incremento de producción en países que tradicionalmente no se han caracterizado
por influir directamente en el nivel de precios, debido a que no son miembros
de la OPEP. Esto ha ocasionado una sobreoferta en el mercado. Rusia y Canadá,
por ejemplo, que en 2003 producían 7,3 y 3 millones de barriles diarios,
respectivamente; alcanzaron un nivel de producción de 10,9 y 4,4 millones de
barriles en 2015. En Latinoamérica, Colombia prácticamente duplicó su
producción diaria durante el mismo periodo (en Ecuador, mientras tanto, entre 2003 y 2004 la producción pasó de 420.000 barriles a 526.000 barriles diarios por la entrada en funcionamiento del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP), pero en 2015 se extrajeron 543.000 barriles diarios, lo que significó un crecimiento de apenas 3,1%, entre 2004 y 2015). Los países que no
son miembros de la OPEP y que representan actualmente el 58% de la producción
total mundial (frente al 51% que abarcaban en los 70), por tanto, han
incrementado su posición de influencia en el mercado.
Gráfico 3: Crecimiento de China vs. Precio del Petróleo*
*Crecimiento 2017, tomado
de la proyección del FMI. Precio WTI 2017, tomado de la proyección de EIA.
Fuente: FMI,
EIA
El mercado petrolero es bastante
volátil y resulta muy complicado predecir su comportamiento futuro. Sin
embargo, la reunión de la OPEP a llevarse a cabo el próximo mes no tendría un
impacto mayor sobre el precio, a pesar de que se anunciaría una extensión del
recorte y también pese a que las conversaciones
con Rusia para que mantenga su nivel de producción dentro de los niveles
establecidos se mantienen por buen camino. De hecho, el principal objetivo del acuerdo de la OPEP no sería aumentar los precios sino sostenerlos. Todo este panorama evidencia que el
rol del cartel en el mercado petrolero ha disminuido sustancialmente y, por
tanto, cualquier análisis exige un estudio que incluya más factores que antes
no formaban parte del cuadro. En este sentido, eventos recientes como los
bombardeos en Siria por parte de Estados Unidos, podrían incidir en un
incremento en los precios. No obstante, parece poco probable que éstos se
disparen a los niveles vistos en años pasados.
*Nota publicada originalmente en Carta Económica de Abril.
[1] Hamilton, J. (2011). Historical Oil Shocks. NBER Working Paper.
Baumeister, C. & Kilian, L. (2016). Forty Years of Oil Price Fluctuations: Why the Price of Oil May Still Surprise Us. Journal of Economic Perspectives. Vol. 30. Num. 1. pp.139-160
[2] Durante el periodo 2003-2014, los precios del petróleo mantuvieron una tendencia ascendente. Únicamente el 2009, año de la crisis internacional, registró un descenso significativo en el nivel de precios del crudo.
Baumeister, C. & Kilian, L. (2016). Forty Years of Oil Price Fluctuations: Why the Price of Oil May Still Surprise Us. Journal of Economic Perspectives. Vol. 30. Num. 1. pp.139-160
[2] Durante el periodo 2003-2014, los precios del petróleo mantuvieron una tendencia ascendente. Únicamente el 2009, año de la crisis internacional, registró un descenso significativo en el nivel de precios del crudo.
[3] Según
la agencia Fitch, el precio de equilibrio para los presupuestos de varios
países exportadores de crudo es: Nigeria $139, Angola $82, Arabia Saudita $74,
Rusia $72, Emiratos Árabes Unidos $60, Qatar $51, Kuwait $45. Fitch prevé que
el precio del crudo en 2017 sería de $52,5, por lo que únicamente Kuwait y
Qatar estarían bien posicionados con este nivel de precios.
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